En un entorno empresarial globalizado, la habilidad para comunicarse en inglés se ha convertido en una competencia imprescindible. Sin embargo, no todas las empresas tienen las mismas necesidades lingüísticas.
Las clases de inglés para empresas deben ser diseñadas específicamente para adaptarse a las características y objetivos de cada equipo. Un plan de formación personalizado no solo aumenta la efectividad del aprendizaje, sino que también mejora el rendimiento del equipo, la productividad y la competitividad en el mercado global.
En este artículo, exploramos cómo diseñar un plan de formación en inglés a medida para tu empresa, teniendo en cuenta el perfil de cada equipo, sus responsabilidades, y los objetivos a alcanzar.
Entender las necesidades de tus empleados
Antes de desarrollar cualquier plan de formación, el primer paso es entender el perfil de cada equipo dentro de la empresa. Esto implica realizar una evaluación de las competencias lingüísticas de los empleados y determinar en qué áreas necesitan mejorar.
- ¿El equipo está principalmente involucrado en ventas y negociaciones?
- ¿Necesitan perfeccionar sus habilidades en la redacción de correos electrónicos profesionales o en la participación de reuniones internacionales?
Este diagnóstico ayudará a enfocar las clases de inglés en las áreas clave. Es fundamental personalizar el enfoque del curso para cada grupo, ya que los equipos de ventas, marketing, recursos humanos o finanzas pueden tener necesidades lingüísticas muy diferentes.
Por ejemplo: un equipo de ventas puede requerir un enfoque más práctico, con énfasis en vocabulario de negociación y manejo de objeciones, mientras que el equipo de recursos humanos puede necesitar mejorar su inglés en áreas como entrevistas, contratos laborales y redacción de informes.
Elige el tipo de curso de inglés: general o especializado
El siguiente paso es decidir si las clases de inglés serán más generales o especializadas. Los cursos generales cubren una amplia gama de habilidades lingüísticas (gramática, vocabulario, pronunciación, etc.), mientras que los cursos especializados se centran en áreas específicas del lenguaje:
- Inglés para negocios
- Inglés jurídico
- Inglés técnico, etc.
Para diseñar un plan de formación eficaz, es recomendable ofrecer un enfoque especializado si el equipo necesita desarrollar un dominio más profundo del inglés en contextos profesionales específicos. Los cursos de inglés para negocios, por ejemplo, enseñan a los empleados cómo escribir correos electrónicos profesionales, negociar en inglés, o participar en videoconferencias internacionales.
Este enfoque especializado acelera el aprendizaje y proporciona habilidades prácticas que los empleados pueden utilizar inmediatamente en su entorno de trabajo.
Flexibilidad y modalidad de enseñanza del idioma inglés
Algunas empresas prefieren clases presenciales, mientras que otras optan por la modalidad online o una combinación de ambas.
- Las clases de inglés deben adaptarse a las necesidades logísticas de la empresa, teniendo en cuenta factores como la disponibilidad de los empleados, su ubicación, y los recursos tecnológicos disponibles.
- Las clases presenciales son ideales para promover la interacción directa entre el profesor y los estudiantes, lo que facilita la corrección de errores y permite una enseñanza más personalizada.
- Sin embargo, las clases online pueden ser una opción más flexible y conveniente para equipos distribuidos en diferentes ubicaciones o con horarios de trabajo irregulares.
Un plan de formación debe ofrecer flexibilidad, permitiendo que los empleados participen en las clases de inglés acuerdo con su carga de trabajo y disponibilidad. Además, la modalidad online o híbrida permite incorporar recursos multimedia como videos, webinars, y ejercicios interactivos que enriquecen el proceso de aprendizaje.
Establecer objetivos claros y medibles para aprender inglés
Un buen plan de formación debe incluir objetivos específicos, alcanzables y medibles, como mejorar el nivel de fluidez en presentaciones en inglés, lograr una mayor precisión en la redacción de informes o aumentar la capacidad para mantener conversaciones fluidas en inglés con clientes internacionales.
Es fundamental establecer metas claras desde el inicio del curso para asegurar que tanto los empleados como la empresa puedan medir el progreso.
El uso de exámenes de progreso, simulaciones de entrevistas o negociaciones y ejercicios prácticos en los que los empleados puedan aplicar sus habilidades lingüísticas también es crucial para evaluar su avance. Estos ejercicios permiten que los empleados vean su evolución y aumenten su motivación para seguir aprendiendo.
Personalización del ritmo de aprendizaje
Cada miembro del equipo tiene diferentes niveles de competencia en inglés, por lo que es esencial personalizar el ritmo de aprendizaje. Al diseñar el plan de formación, se debe tener en cuenta que algunos empleados pueden ser principiantes, mientras que otros ya pueden tener un nivel intermedio o avanzado de inglés.
En lugar de crear un curso uniforme para todos, es más eficaz segmentar a los empleados en grupos según su nivel y ofrecerles contenido adaptado a sus necesidades. Esto asegura que todos los empleados puedan aprender a su propio ritmo, sin sentirse frustrados por el contenido que es demasiado difícil o aburrido.
Evaluación continua y retroalimentación
La evaluación continua es clave para garantizar el éxito de cualquier programa de formación en el idioma inglés. Los empleados deben recibir retroalimentación constante sobre su rendimiento para identificar áreas de mejora.
Esto no solo permite hacer ajustes en el contenido del curso, sino que también motiva a los estudiantes a seguir avanzando. Las evaluaciones deben ser periódicas y no solo al final del curso.
Además, se deben realizar encuestas de satisfacción para conocer la opinión de los empleados sobre la calidad de las clases, lo que puede ayudar a mejorar el diseño del curso en futuras ediciones.
Formación en inglés para empresas que beneficia a todos
Diseñar un plan de formación en inglés a medida no es solo una estrategia para mejorar las habilidades lingüísticas de los empleados, sino una inversión en el futuro de la empresa. Ofrecer clases de inglés para empresas adaptadas a las necesidades de cada equipo contribuye a mejorar la comunicación interna, las relaciones con clientes internacionales y la competitividad en el mercado global.
Un plan de formación bien diseñado puede marcar la diferencia entre un equipo que domina el inglés con confianza y uno que lucha por adaptarse a un entorno profesional cada vez más globalizado. Si buscas un enfoque personalizado y profesional, no dudes en invertir en formación en inglés para tu equipo.
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Referencias Bibliográficas:
- How to Develop a Corporate Language Training Program. Language Service Providers Association (LSA). https://www.lsa.org.
- Corporate Language Training: The Secret to Successful International Expansion. Business English Pod. https://www.businessenglishpod.com.